lunes, 14 de septiembre de 2009

De mi archivo


Lo compré hace años y lo conservo con un especial cariño. Es el programa oficial del Inglaterra-Resto del Mundo disputado en el estadio de Wembley a las 14:30 del 21 de octubre de 1953. Los programas son parte de la liturgia del fútbol británico con un valor incalculable para los amantes a este deporte. Algo apasionante de coleccionar. El partido sirvió para el 90 aniversario de la Federación inglesa. Un acontecimiento. Entonces, los partidos de conmemoración con la participación de una selección Resto del Mundo tenía tintes de grandeza. Lucir el escudo de la FIFA en el pecho era para los futbolistas como entrar en la nominación del Balón de Oro que nacería tres años más tarde, en 1956.
Volviendo al programa, son 18 páginas llenas de sabor y nostalgia futbolística. Desde un breve recorrido por la historia de la federación inglesa en la página 5, a la presentación de 17 futbolistas seleccionados para representar a la FIFA (páginas 6 y 7). Imperdible también, el prólogo musical que está perfectamente detallado en la página 9.
Por la FIFA jugaron el portero austríaco Zeman; el extraordinario mediocentro alemán Josef Posipal, que un años más tarde ganaría el Mundial ante Hungría en la batalla de Berna, o el fenomenal Giampiero Boniperti, que lo fue todo en la Juventus. Los delanteros jugoslavos Zebec y Vukas y estuvo Gunnar Nordhal, una parte del Milan de los suecos. Al fútbol español le representaron Navarro, el lateral derecho del Madrid, un Laszi Kubala en la plenitud de su carrera y otro barcelonista: el medio Bosch.
Enfrente, Inglaterra tenía un equipazo. Comenzando por el espléndido portero Gilbert Merrick (Birmingham City); pasando por el central derecho Alf Ramsey (seleccionador cuando Inglaterra ganó la Copa del Mundo de 1966 en el mismo Wembley); el medio derecho y capitán Billi Wrigth (toda su carrera en el Wolwerhampton); el genial regateador Stanley Matthews (Blackpool) y la pareja que formaban Stan Mortensen (Blackpool) y el imponete delantero centro Nat Lofthouse (Bolton). El partido fue vibrante y acabó con empate a cuatro.
Un mes más tarde, en el mismo escenario, Hungría con una revolución táctica (todo comenzó retrasando la posición del '9' que era Nandor Hidegkuti), le pintaría la cara a Inglaterra en uno de los más bellos partidos del siglo XX. Ganaron los húngaros por 3-6 barriendo a sus rivales, pero eso ya es otra historia y el memorable partido tiene su programa, que es otra auténtica joya.

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