La Inglaterra de Ramsey que ganó el Mundial'66
Primera Copa del Mundo televisada en directo. Una maravilla en blanco y negro. TVE conectaba con la Red de Eurovisión con una sintonia de fondo que se hizo mítica y se producía el milagro. Podías ver en acción a Bobby Charlton, Pele, Eusebio, Rattin, Garrincha, Uwe Seeler, Rocha, Albert...Antes del inicio del Mundial coleccione los cromos, los pegue en una libreta cuadriculada en lugar de su álbum y deje un espacio para anotar comentarios. Lo hacia partido a partido. Brasil fue una decepción, Italia un desastre, descubrí el fútbol competitivo de Argentina, la alegría de Portugal y la contundencia de Hungría. España acudió con una mezcla de jugadores con proyección: Pirri, Glaria, Eladio, Adelardo y Ufarte; parte de los que habían ganado la Eurocopa dos años antes: Iribar, Zoco, Amancio, Marcelino, Fusté, Lapetra... y algunos futbolistas ilustres, pero que ya venían de vuelta de Italia: Luis Suárez, Del Sol y Joaquín Peiró.
El resultado fue que la selección que dirigió José Villalonga no pasó de la primera fase.
Inglaterra comenzó empatando a cero con Uruguay en el partido inaugural y, a partir de ahí, sumó sus partidos por victorias. Al Ramsey dio con el once ideal en el polémico partido de cuartos de final ante Argentina, con Rattin expulsado y su imagen sentado en la alfombra real, y desde entonces, la alineación quedó en la memoria de los aficionados. Sin Greaves ni Callaghan ni tampoco Paine. En su lugar entraron Hurst, Peters y Ball y se quedaron para hacer historia.
Gordon Banks (1): Con Lew Yashin, al que superaba en algunas facetas del juego, el mejor portero de los sesenta. Portero de vuelo plastico, eficaz, rápido, ágil, valiente en las salidas y de enorme personalidad. Nunca jugó en un equipo grande: Leicester y Stoke City fueron sus clubes. Cuatro años más tarde, en el Mundial de Mexico'70 y ante Brasil realizó una de las mejores paradas de la historia del fútbol cuando voló de palo a palo para desviar un cabezazo de Pele. Defendió el marco de Inglaterra en 73 partidos.
George Cohen (2): Lateral derecho que, sin alardes técnicos, ofreció un estupendo rendimiento. Rápido, sabía colocar el cuerpo para evitar las internadas de los extremos zurdos rivales a los que nunca daba ventaja. A lo largo de su carrera deportiva sólo tuvo un equipo: el Fulham con el que acabó disputando 408 partidos.
Jack Charlton (5): Central antiguo, muy alto, le llamaban 'la jirafa', poco atlético, pero que acabó convirtiéndose en un excelente central. Su dureza rayaba en ocasiones lo violento. Dominador del juego aéreo, se entregaba en cada lance del partido y no dudaba en ir la choque con todo. Poco dotado técnicamente. Nunca jugaba el balón y, si lo hacia, era para entregarlo en corto. Sus virtudes eran otras: marcaje férreo al delantero centro rival, dureza, arrojo y empuje. Ningún parecido físico ni futbolístico con su hermano Bobby. Siempre jugó en el Leeds United, en el que había debutado con 17 años.
Ray Wilson (3): Era la copia de Cohen en el lateral izquierdo. Se parecían físicamente, realizaban los mismos movimientos defensivos y ofensivos y tenían las mismas características: velocidad y anticipación. Ambos sin tener un gran físico, eran compactos y rocosos. Mejor defensor que atacante, Subía poco por su banda. Ganó la Copa del Mundo casi con 32 años cuando pertenecía al Everton.
Nobby Stiles (4): Jugaba en el Manchester United y Ramsey desempolvó la mítica figura del 'policeman half' de los años cuarenta que parecía hecha a su medida. Su labor consistía en marcar al mejor jugador del equipo rival por todo el campo. Eusebio lo sufrió en las semifinales de aquella Copa del Mundo. Era un medio duro, áspero, que jugaba siempre al límite y extremadamente tosco con el balón, aunque muy útil para su selección y cuando jugaba en su equipo. Nunca se dejaba nada. Maestro del 'tackle'. El balón le importaba poco, Stiles chocaba una y otra vez con los rivales, intimidaba más que nadie, marcaba a las estrellas rivales y quitaba balones de manera compulsiva. Con el Manchester, un año más tarde, ganaría en el mismo Wembley la Copa de Europa ante el Benfica.
Bobby Moore (6): Un fenómeno. Rubio, elegante, físicamente fortísimo, atlético, jamás cometió grandes errores. La continuación de Ramsey en el campo por su valor táctico. Mediocentro que se colocaba al lado de Jacky Charlton cuando atacaba el rival e iniciaba el juego cuando los suyos tenían el balón con sus precisos pases a cuarenta metros. Capitán de la selección, en la que había heredado el brazalete del mítico Willy Wright, y también en el West Ham. Su rendimiento fue altísimo a lo largo de su carrera. Futbolista majestuoso.
Alan Ball (7): Una pieza fundamental en la selección inglesa. Pelirrojo, pequeño, no era un fuera de serie, pero corría y trabajaba de manera incansable durante los 90 minutos. Derrochaba solidaridad, espíritu de sacrificio y trabajo para que se lucieran otros. Falso extremo derecho que jugaba en el Everton en ese momento. Un futbolista adelantado a su época por la posición que ocupaba sobre el césped y sus características futbolísticas, que marcaron el camino a los interiores que vendrían años más tarde.
Geoff Hurst (10): Medio en sus comienzos, con el tiempo adelantó su posición. Otro componente del terceto que aportó el West Ham a aquella selección junto a Bobby Moore y Martin Peters. Interior derecho. Un ocho de esa época, de zancada elegante y muy buena técnica individual. Arrancaba desde lejos, pero llegaba al área en el momento preciso. Buen cabeceador. Le quitó el puesto al enígmatico Jimmy Greaves titular en los primeros partidos del campeonato. Acompañaba a Hunt arriba. El 'hat-trick' que anotó en la final ante Alemania le encumbró para siempre.
Bobby Charlton (9): El único 'Butsby Babes' que llegó al Mundial del 66. Duncan Edwards, el mejor jugador inglés de la década de los cincuenta cayó en el terrible accidente aéreo de Munich que en 1958 se llevó a más de la mitad del Manchester United. Bobby Charlton se salvó milagrosamente y aquello le endureció. La secuelas del siniestro le dejaron una apariencia de jugador veterano que le acompañaría a lo largo de su carrera, sin embargo, no era real. Era un portento físico. Falso '9' que jugaba a lo largo de 80 metros y a lo ancho de otros 60. Podía estar en su área y en la jugada siguiente aparecía en el área rival para definir. Dinámico. Técnica exquisita, visión de juego notable, extraordinario golpeo de balón y gran resistencia física. Tenía pulmones para subir y bajar sin que su ritmo decreciera durante los 90 minutos. Uno de los más grandes de la historia.
Roger Hunt (21): Uno de los mejores jugadores de la historia del Liverpool. Jugó en Anfield entre 1959 y 1969. Una década en la que dejó 254 goles. Futbolista muy regular que rara vez tuvo altibajos a lo largo de su carrera. Delantero que no se limitaba a esperar el balón, ya que retrasaba su posición para recibir el balón. Tenía recorrido y se fabricaba las ocasiones. Como Bobby Charlton actuaba un falso delantero centro, Hunt ocupaba su espacio en el ataque.
Martin Peters (16): Extremo izquierdo. Vertical, con un regate sobrio en corto y centros planos. Una de las grandes revelaciones que dejó la Copa del Mundo del 66. A diferencia de sus antecesores en la posición, era alto (media 1,83), regateaba pegado a la línea de banda o cortaba por el centro para jugar por dentro. Llegaba con facilidad hasta el fondo o descargaba y se desmarcaba hacia la corona del área. En definitiva, uno de los primeros extremos zurdos del fútbol moderno que creó escuela en Inglaterra.
lunes, 14 de septiembre de 2009
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