Bryan Ruiz (Twente) C. Pizarro (W. Bremen)
Un ojo en Brujas y el otro en Enschede. Se miden Twente y Werder Bremen. Partido de ida de la eliminatoria de la que saldrá el rival del Valencia si supera al equipo belga. El segundo de la Eredivisie holandesa contra el quinto de la Bundesliga alemana. Eliminatoria más que interesante. Es favorito el equipo alemán, pero cuando está por medio el once de Thomas Schaaf, para bien o para mal, puede pasar cualquier cosa.
El Twente de Steve McClaren está completando una temporada excelente. Mandó en la Liga holandesa y, en la actualidad, está a tres puntos del líder PSV. Es cierto que viene de recibir un 3-0 en el campo del Ajax, pero no empaña su buena temporada. Equipo ofensivo que siempre juega mirando hacia delante con su 4-3-3 de la escuela holandesa. Los tres de arriba marcan su tendencia con dos delanteros centros: el espigado costaricense Bryan Ruiz; el fornido Blaise N´Kufo y el velocista eslovaco Miroslav Stoch, al que veremos en el Mundial. Entre los tres suman 33 goles esta temporada. Bryan Ruiz, que cae a la derecha ya suma 17 en la Eredivisie; N´Kufo está en 9 goles y Stoch se suma al terceto con 8 tantos. El cuarto valor ofensivo es el veterano Kenneth Perez (35 años), que juega por detrás de los puntas ofreciendo pases al espacio.
Con tanto jugador ofensivo, McCleren equilibra el equipo con Cheick Tioté, mediocentro defensivo de Costa de Marfil con un físico rotundo que quita y se coloca entre los centrales cuando más apretan a su equipo. Le ayuda Theo Jenssen, un clásico jugador de club que ofrece más trabajo que brillo y se crió en el Vitesse y Wout Brama, una eterna promesa.
Atrás, donde bajan enteros, son fijos Ronnie Stam en la banda derecha; el irregular brasileño Douglas y Peter Wisgerhof en el centro de la zaga; y Dwight Tiendelli a la izquierda. El once se completa con el veteranísimo portero Sander Boschker (39 años), dos décadas indiscutible en el Twente y una temporada en el Ajax donde no llegó a jugar. Un equipo que juega y se divierte.
El Werder Bremen es impevisible y sorprendente. Puede perder 3-4 ante el Eintrancht de Frankfurt o ganarle 0-6 al Friburgo. Extraño e insospechado. Le acabó de ver ganar 1-5 al Hannover 96 y es un equipo que no tiene termino medio. En el 4-2-3-1 de Thomas Schaaf sigue manteniendo a Naldo y Mertesacker atrás, dos centrales de físico monumental; a Torsten Fring recorriendo kilómetros en el medio; y a Clemence Fritz en el alteral derecho.
De mediocampo en adelante tiene dosis de talento con la aportación de Mesut Ozil por banda izquierda, uno de los mejores jugadores de la temporada con 7 goles y 5 asistencias; la velocidad desbordante de Marco Marin; y la decisiva aportación del llegador Aaron Hunt (7 goles), que es al Werder Bremen lo que Thomas Müller al Bayern. Hunt acaba contrato el 30 de junio y se le disputarán muchos equipos grandes. Sin contar a Tim Borowski y Peter Niemeyer.
La punta es para el peruano Claudio Pizarro, 9 goles esta temporada, irregular, desaparecido durante muchos minutos en algunos partidos, pero fiable de cara a gol, aunque Schaaf ahí tiene donde elegir, porque cuando mira al banquillo tiene al portugués Hugo Almeida, más potencia que técnica, y la calidad individual del sueco Markus Rosenberg. Y en la porteria: Tim Wise, un meta acorde al estilo del equipo de Bremen.
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