Apasionantes cuartos de final. Igualados. Abiertos para cualquier resultado y desenlace. Todos llegan por méritos propios. Ocho equipos buscando las semifinales.
Bayern-Manchester United:
El clásico de las Copas de Europa. Mucha tradición europea recogida en dos grandes campeones. El United se dejó en Munich en el 58 parte de su historia escrita en sangre en aquel fatídico accidente aéreo, cuando volvían de jugar en Belgrado. Eran los 'Busby Babes', aunque eso ya es historia. Ahora, llega mejor el United a la eliminatoria, líder en la Premier, con Wayne Rooney compitiendo con Messi por ser el jugador más en forma del panorama europeo. Fergusson coleccciona títulos y poder; Van Gaal busca recuperar el crédito continental. El técnico holandés, que estuvo cuestionado por la cúpula del Bayern antes del parón invernal, salvó la situación y el equipo alcanzó el liderato en la Bundesliga. Sin embargo, las dos últimas derrotas en Liga (2-1 en Frankfurt y 1-2 en casa ante el Stuttgart) ha devuelto las dudas, dependen tanto de Robben.
La ausencia de Robben por lesión abre un boquete en el equipo bávaro, porque era el jugador determinante (10 goles y 5 pases de gol en 19 partidos). Dificultades en el lateral izquierdo por donde han pasado hasta seis jugadores, Lahm, Badstuber, Pranjic, Braafheid y dos de la cantera David Alava y Diego Contento. Ninguno ha resuelto el problema. Buenos centrocampistas de contención: Van Bommel y Tymoshchuk, pero ningún organizador (Schweinsteiger no lo es, tampoco el llegador Thomas Müller). El desesperado intento por recuperar a De Michelis (Badstuber volvería a jugar de lateral izquierdo) y al rematador Mario Gómez refleja necesidades. Sin Robben, tendrá que ser Ribery el que deje a un lado las eternas molestias físicas y asuma el papel de jugador diferente.
El Manchester es un equipo de rendimiento sostenido durante toda la temporada. Velocidad, potencia física, ritmo alto durante los 90 minutos y mucha pegada arriba. Rooney resuelve esta temporada por él y por Cristiano Ronaldo. Al portugués no lo añoran. Lo suplieron con el fichaje de Owen, pero está fuera para el resto de la temporada. La habilidad queda para los costados: Antonio Valencia y Nani aportan regate, uno contra uno y centros al corazón del área. Tampoco tiene un organizador puro, porque Ferguson prefiere a un mediocentro puro: Carrick y un centrocampista complementario modelo Premier: Fletcher. O incluso a un llegador como el coreano Park que trabaja a destajo.
Lyon-Burdeos:
La eliminatoria menos europea, pero más igualada. De ahí saldrá un semifinalista convertido en una especie de tapado. Mejor conjunto el de Laurent Blanc, buenas individualidades en el de Claude Puel. Se conocen de sobra y pasará el que no cometa errores. El 4-3-3 del Lyon, contra el 4-2-3-1 del Burdeos.
Bayern-Manchester United:
El clásico de las Copas de Europa. Mucha tradición europea recogida en dos grandes campeones. El United se dejó en Munich en el 58 parte de su historia escrita en sangre en aquel fatídico accidente aéreo, cuando volvían de jugar en Belgrado. Eran los 'Busby Babes', aunque eso ya es historia. Ahora, llega mejor el United a la eliminatoria, líder en la Premier, con Wayne Rooney compitiendo con Messi por ser el jugador más en forma del panorama europeo. Fergusson coleccciona títulos y poder; Van Gaal busca recuperar el crédito continental. El técnico holandés, que estuvo cuestionado por la cúpula del Bayern antes del parón invernal, salvó la situación y el equipo alcanzó el liderato en la Bundesliga. Sin embargo, las dos últimas derrotas en Liga (2-1 en Frankfurt y 1-2 en casa ante el Stuttgart) ha devuelto las dudas, dependen tanto de Robben.
La ausencia de Robben por lesión abre un boquete en el equipo bávaro, porque era el jugador determinante (10 goles y 5 pases de gol en 19 partidos). Dificultades en el lateral izquierdo por donde han pasado hasta seis jugadores, Lahm, Badstuber, Pranjic, Braafheid y dos de la cantera David Alava y Diego Contento. Ninguno ha resuelto el problema. Buenos centrocampistas de contención: Van Bommel y Tymoshchuk, pero ningún organizador (Schweinsteiger no lo es, tampoco el llegador Thomas Müller). El desesperado intento por recuperar a De Michelis (Badstuber volvería a jugar de lateral izquierdo) y al rematador Mario Gómez refleja necesidades. Sin Robben, tendrá que ser Ribery el que deje a un lado las eternas molestias físicas y asuma el papel de jugador diferente.
El Manchester es un equipo de rendimiento sostenido durante toda la temporada. Velocidad, potencia física, ritmo alto durante los 90 minutos y mucha pegada arriba. Rooney resuelve esta temporada por él y por Cristiano Ronaldo. Al portugués no lo añoran. Lo suplieron con el fichaje de Owen, pero está fuera para el resto de la temporada. La habilidad queda para los costados: Antonio Valencia y Nani aportan regate, uno contra uno y centros al corazón del área. Tampoco tiene un organizador puro, porque Ferguson prefiere a un mediocentro puro: Carrick y un centrocampista complementario modelo Premier: Fletcher. O incluso a un llegador como el coreano Park que trabaja a destajo.
Lyon-Burdeos:
La eliminatoria menos europea, pero más igualada. De ahí saldrá un semifinalista convertido en una especie de tapado. Mejor conjunto el de Laurent Blanc, buenas individualidades en el de Claude Puel. Se conocen de sobra y pasará el que no cometa errores. El 4-3-3 del Lyon, contra el 4-2-3-1 del Burdeos.
Para el Lyon, la Champions es todo o nada. En la Liga, el Burdeos se le puede ir a ocho puntos si ganan los dos partidos que tienen pendientes los de Laurent Blanc. Por tanto, Europa es el sueño. Sobre todo, tras la gesta de Madrid. Claude Puel reservó jugadores ante el Glenoble el sábado (ganaron 2-0 sin dificultad) y sobre el césped del Grland pondrá toda su artilleria con Lisandro López, excelente toda la temporada, César Delgado, Kallstrom, Toulalan, que volvería a la defensa, Pjanic: los héroes del Bernabéu. Apunta a titular Gonalons, el mediocentro de la segunda parte de Madrid. Puel puede conseguir esta temporada, lo que otros como Le Guen, Houllier o Perrin no lograron con mejores plantillas, dar un golpe en Europa.
Buen equipo el Burdeos, trabajado, con la columna vertebral bien definida: Ciani, Alou Diarra, Gourcuff, Chamakh. Buenos jugadores complementarios: los brasileños Fernando y el zurdo Wendel y el checo Plasil. Tremoulinas apunta a lateral zurdo bueno. Vienen de perder el sábado la final de la Copa de la Liga ante el Marsella (3-1), pero sigue colíder de la Ligue 1 empatado a puntos con el Montpellier, aunque con dos partidos menos, y es candidato a revalidar el título. Sufrió para rematar al Olympiakos griego en la ronda anterior, aunque tiene calidad y bloque.
Inter-CSKA
Buena eliminatoria. Dos equipos en un momento de la temporada totalmente opuesto. El Inter en la curva descendente de la temporada, el CSKA con la plenitud física del arranque de campaña. Puede que a los rusos no estén en el estado de forma óptimo, pero les sobra frescura. Y el Sevilla lo sufrió.
El Inter llega mandando señales de cansancio físico y psíquico. La temporada se le está haciendo especialmente larga. Sus últimas tres salidas en el Calcio le han supuesto un calvario: derrotas en Catania y Roma, el sábado (2-1), empate en el campo del Palermo. En Italia, el equipo de Ranieri le pisa los talones, mientras que el Milan perdona porque no le da para más. Pletórico Diego Milito (17 goles en Liga), apagado Eto'o y explosivo Sjneider. Equipo hecho para ganar la Champions con Mourinho. El sueño de los Moratti, la vieja Copa de Europa que ganó el Inter creado por Angelo Moratti en los sesenta (1964 y 1965), lo que daría su hijo Massimo por abrazarla ahora cinco décadas después. Aquel era el 'gran Inter' que comandaba Luis Suárez, el actual nunca acaba de estar rematado y está en un momento crucial de la temporada.
La mejoría táctica del CSKA es evidente con la llegada al banquillo de Leonid Slutski: 4-2-3-1 sin concesiones al rival. Aldonin y Semberas contienen en el medio. Equipo táctico y mecánico. Si entra Dzagoev, la gran esperanza rusa, el japonés Keisuke Honda, excelente a la balón parado, irá a la izquierda. Gran nivel en los primeros partidos Tomas Necid, el punta checo. Lo que apunto con 18 años, lo confirma con 20. De los delanteros que más han crecido en los últimos meses. Si el CSKA no regala atrás, la lentitud de Ignashevich y los gemelos Berezutski le puede penalizar, pueden tener opciones de dar un zarpazo en San Siro.
Arsenal-Barcelona
La eliminatoria de cuartos. La reina del baile. Dos equipos con la misma filosofía de juego. Los dos quieren el balón y defienden atacando. La pelota vuela con precisión a mucha velocidad. Combinan y rematan al rival. Equipos similares en el funcionamiento. Y en muchos jugadores: Piqué-Vermaelen; Song-Busquets o Yaya Toure; Cesc Fábregas-Xavi; Diaby-Keita; Nasri y el ausente Iniesta. Incluso con dos '9' cuestionados toda la temporada: Bedtner-Ibrahimovic. El valor diferencial es Messi, porque lo que hace el argentino sobre el campo no lo puede hacer nadie. Arshavin lo intenta, pero sólo le sale en ocasiones, a Messi le sale siempre. Los dos llegan en plenitud: el Barça arrolló al Stuttgart y el Arsenal al Oporto. Los dos practican el fútbol moderno que invita al aficionado a comprar una entrada. El resultado del partido de mañana será fundamental para la resolución de la eliminatoria.
Buenos laterales en el Arsenal: Sagna y Clichy, que son rápidos y buen central el zurdo Vermaelen, excelente sacando el balón jugado y muy bueno en las jugadas de estrategia. Al lado del belga, el veterano Sol Campbell o Silvestre ya son otra cosa. Contundentes, pero no les sobra velocidad y con Messi de falso '9' sufrirán mucho. En el medio todo lo decide Cesc, todo lo roba Song y acompaña Diaby, más que interesante en las dos funciones: quitar y construir, o el brasileño Denilson, más llegador. Todos hacen un poco de todo con velocidad y precisión. Delante, el regate y los pases de gol quedan para Nasri y el juego vertical para el ruso Arshavin. Bedtner juega de pivote arriba, la baja, controla, descarga, pero falla en lo esencial para un delantero: necesita muchas oportunidades para hacer goles. La carta que siempre se guarda Wenger en la manga es el velocista Theo Walcott, uno de esos jugadores que pueden cambiar las cosas cuando sale desde el banquillo.
El Barcelona llega al Emirates sin Iniesta, pero con Messi. Y eso es mucho. El argentino parece uno de los pocos futbolistas capaces de ganar por sí solo un partido o un torneo. Cualquier balón le sirve para convertirlo en gol y no necesita que le acompañen mucho. Le basta controlar la pelota para hacerse el dueño del partido y crear pánico en el rival. Puede que no sea el Barça de la temporada pasada, le falta Eto'o, y baja en el juego colectivo si volvemos la vista atrás, pero sigue siendo un equipo temible. Es cierto que ha cambiado la línea de presión, que presiona menos y peor, que ya no recupera la pelota donde la recuperaba antes, pero es un equipo muy bueno. Es cierto que el abanico de jugadores era más amplio la temporada pasada, que ahora dependen más del estado de gracia de Messi, pero nadie puede dudar de su nivel competitivo. Partido y eliminatoria para despejar dudas.
Buen equipo el Burdeos, trabajado, con la columna vertebral bien definida: Ciani, Alou Diarra, Gourcuff, Chamakh. Buenos jugadores complementarios: los brasileños Fernando y el zurdo Wendel y el checo Plasil. Tremoulinas apunta a lateral zurdo bueno. Vienen de perder el sábado la final de la Copa de la Liga ante el Marsella (3-1), pero sigue colíder de la Ligue 1 empatado a puntos con el Montpellier, aunque con dos partidos menos, y es candidato a revalidar el título. Sufrió para rematar al Olympiakos griego en la ronda anterior, aunque tiene calidad y bloque.
Inter-CSKA
Buena eliminatoria. Dos equipos en un momento de la temporada totalmente opuesto. El Inter en la curva descendente de la temporada, el CSKA con la plenitud física del arranque de campaña. Puede que a los rusos no estén en el estado de forma óptimo, pero les sobra frescura. Y el Sevilla lo sufrió.
El Inter llega mandando señales de cansancio físico y psíquico. La temporada se le está haciendo especialmente larga. Sus últimas tres salidas en el Calcio le han supuesto un calvario: derrotas en Catania y Roma, el sábado (2-1), empate en el campo del Palermo. En Italia, el equipo de Ranieri le pisa los talones, mientras que el Milan perdona porque no le da para más. Pletórico Diego Milito (17 goles en Liga), apagado Eto'o y explosivo Sjneider. Equipo hecho para ganar la Champions con Mourinho. El sueño de los Moratti, la vieja Copa de Europa que ganó el Inter creado por Angelo Moratti en los sesenta (1964 y 1965), lo que daría su hijo Massimo por abrazarla ahora cinco décadas después. Aquel era el 'gran Inter' que comandaba Luis Suárez, el actual nunca acaba de estar rematado y está en un momento crucial de la temporada.
La mejoría táctica del CSKA es evidente con la llegada al banquillo de Leonid Slutski: 4-2-3-1 sin concesiones al rival. Aldonin y Semberas contienen en el medio. Equipo táctico y mecánico. Si entra Dzagoev, la gran esperanza rusa, el japonés Keisuke Honda, excelente a la balón parado, irá a la izquierda. Gran nivel en los primeros partidos Tomas Necid, el punta checo. Lo que apunto con 18 años, lo confirma con 20. De los delanteros que más han crecido en los últimos meses. Si el CSKA no regala atrás, la lentitud de Ignashevich y los gemelos Berezutski le puede penalizar, pueden tener opciones de dar un zarpazo en San Siro.
Arsenal-Barcelona
La eliminatoria de cuartos. La reina del baile. Dos equipos con la misma filosofía de juego. Los dos quieren el balón y defienden atacando. La pelota vuela con precisión a mucha velocidad. Combinan y rematan al rival. Equipos similares en el funcionamiento. Y en muchos jugadores: Piqué-Vermaelen; Song-Busquets o Yaya Toure; Cesc Fábregas-Xavi; Diaby-Keita; Nasri y el ausente Iniesta. Incluso con dos '9' cuestionados toda la temporada: Bedtner-Ibrahimovic. El valor diferencial es Messi, porque lo que hace el argentino sobre el campo no lo puede hacer nadie. Arshavin lo intenta, pero sólo le sale en ocasiones, a Messi le sale siempre. Los dos llegan en plenitud: el Barça arrolló al Stuttgart y el Arsenal al Oporto. Los dos practican el fútbol moderno que invita al aficionado a comprar una entrada. El resultado del partido de mañana será fundamental para la resolución de la eliminatoria.
Buenos laterales en el Arsenal: Sagna y Clichy, que son rápidos y buen central el zurdo Vermaelen, excelente sacando el balón jugado y muy bueno en las jugadas de estrategia. Al lado del belga, el veterano Sol Campbell o Silvestre ya son otra cosa. Contundentes, pero no les sobra velocidad y con Messi de falso '9' sufrirán mucho. En el medio todo lo decide Cesc, todo lo roba Song y acompaña Diaby, más que interesante en las dos funciones: quitar y construir, o el brasileño Denilson, más llegador. Todos hacen un poco de todo con velocidad y precisión. Delante, el regate y los pases de gol quedan para Nasri y el juego vertical para el ruso Arshavin. Bedtner juega de pivote arriba, la baja, controla, descarga, pero falla en lo esencial para un delantero: necesita muchas oportunidades para hacer goles. La carta que siempre se guarda Wenger en la manga es el velocista Theo Walcott, uno de esos jugadores que pueden cambiar las cosas cuando sale desde el banquillo.
El Barcelona llega al Emirates sin Iniesta, pero con Messi. Y eso es mucho. El argentino parece uno de los pocos futbolistas capaces de ganar por sí solo un partido o un torneo. Cualquier balón le sirve para convertirlo en gol y no necesita que le acompañen mucho. Le basta controlar la pelota para hacerse el dueño del partido y crear pánico en el rival. Puede que no sea el Barça de la temporada pasada, le falta Eto'o, y baja en el juego colectivo si volvemos la vista atrás, pero sigue siendo un equipo temible. Es cierto que ha cambiado la línea de presión, que presiona menos y peor, que ya no recupera la pelota donde la recuperaba antes, pero es un equipo muy bueno. Es cierto que el abanico de jugadores era más amplio la temporada pasada, que ahora dependen más del estado de gracia de Messi, pero nadie puede dudar de su nivel competitivo. Partido y eliminatoria para despejar dudas.