sábado, 6 de marzo de 2010
Vértigo y arrebato con premio (Werder Bremen 2-Stuttgart 2)
Claudio Pizarro pugna con Matthieu Delpierre, el central del Stuttgart.
-Mala salida del Werder Bremen con poca actitud que pagó caro en la primera mitad. Pogrebniak y Khedira pusieron 0-2 por delante al Stuttgart.
-Thomas Schaaf utilizó su 4-2-3-1 habitual con Hunt-Marko Marin-Ozil por detrás de Pizarro.
-Detrás, asumiendo los riesgos habituales, defensa adelantada cerca del círculo central.
-La pareja Frings-Borowski es útil, uno para marcar y otro para organizar el juego, pero Tim Borowski nunca entró en contacto con el balón y acabó desactivado y perdido entre centrocampistas rivales.
-En la primera mitad, los ataques del rival del Valencia siempre llegaron por la izquierda con Ozil y Hunt. Pero les faltó fluidez en el juego e intensidad para meterse en el partido.
-Sigue sin recuperar a los laterales titulares Fritz y Boenisch que siguen lesionados. Cuatro centrales atrás: Prodl-Metesacker-Naldo-Abdennour. Mal Prodl y sin nivel Abdennour para jugar en la Bundesliga. Hleb les hizo daño a ambos con su movilidad.
-Una posible falta en el inicio de la jugada y mala colocación de los centrales en el primer gol del Stuttgart y defensa mal posicionada en el costado izquierdo antes del cabezazo de Kedhira en el segundo gol visitante.
-Claudio Pizarro estuvo extrañamente desafortunado en su especialidad: el remate dentro del área.
-Schaaf recompuso a su equipo tras el descanso. Hugo Almeida entra por el desaparecido Borowski y el Werder Bremen pasa a jugar 4-1-3-2, otro de los sistemas favoritos de su técnico.
-Los primeros treinta minutos del Werder Bremen fueron tan deslabazados como en la primera mitad, pero en el 75 tocaron a arrebato.
-Los mejores momentos coincidieron con el cambio de Rosenberg por el ineficaz Prödl. Sin embargo, el sueco no pasó a jugar como tercer delantero, lo hizo como falso lateral derecho, con libertad, pero sin tener incidencia en el juego.
-Hugo Almeida aprovechó la relajación del Stuttgart, que se sentía ganador, cazó un balón por la izquierda y se sacó un zurdazo para batir a Lehmann tras pase de 50 metros del gigante Mertesacker. El portero del Stuutgart ayudó, porque estuvo lento de reflejos y se tiró tarde.
-En pleno vértigo, justo lo que más le va al rival del Valencia, Marko Marin invitó a Celozzi a cometer un penalti que Frings transformó sin paliativos.
-Pudo ganar el Werder si Hugo Almeida acierta en dos remates en la recta final del partido.
Algunas claves
Casi todo por el centro y siempre por la izquierda: No suelen estar los centrocampistas ni los puntas pegados a la banda para atacar en estático por fuera, prefieren correr al contragolpe. Hunt, Ozil y Marin intercambian posiciones.
Si no ven el balón sufren: El Stuttgart tuvo más el balón en la primera mitad y Werder sufrió cuando lo movieron con velocidad. Nunca fueron capaces de descifrar la posición de Hleb y su incidencia en el juego de ataque del Stuttgart.
Juegan mejor en campo rival, que en campo propio: Ahí se sienten superiores por el talento individual de Mesut Ozil y Marko Marin; la fortaleza de Aaron Hunt en la línea de rechace y los desmarques de Pizarro.
Defienden mejor por arriba: Ahí se sienten cómodos con los dos centrales de físico monumental. Cacau pudo sentenciar en una contra con uno contra uno ante Mertesacker. Salvó Wiese, la mejor noticia para Schaaf su vuelta a la portería.
Laterales vulnerables: Prödl tiene poca cintura y el tunecino Abdennour, que llegó en el mercado de invierno, no está adaptado al equipo tácticamente ni técnicamente parece con nivel para la Bundesliga. O recupera pronto a Fritz y Boenisch o sufrirá contra el Valencia. Pablo o Joaquín y Mata puden hacerles un boquete por fuera.
Torsten Frings equilibra: Es el mediocentro ideal. Cubre mucho campo, marca y quita. Se desplaza bien a lo ancho y es duro, pero si su equipo se hace largo sufre más de la cuenta.
La contracrónica: Hay equipos académicos, con buen trazo, y otros que viven mejor entre el vértigo y el arrebato. Entre estos últimos está el Werder Bremen. Le gusta vivir permanentemente en la línea que separa triunfo o derrota, con mucha posesión de balón, sufriendo cuando no lo tiene, intercambiando ocasiones con el rival, desbordando con sus centrocampistas de toque y velocidad y, sobre todo, esperando decidir los partidos en un balón parado o apoyándose en su juego aéreo. Siempre prendido con alfileres. Con sus centrales cerca de la línea del centro del campo y una vuelta no siempre ordenada. Alegre y ofensivo. Distinto a todos los equipos de la Bundesliga.
No fue inferior al Stuttgart, pero tampoco superior. Tiene problemas con dos centrales jugando como laterales por las bajas y depende demasiado del estado de ánimo de jugadores como Borowski o Pizarro. En la buenas de ambos hay fútbol y goles; en las malas o no aparecen o pasan desapercibidos. ¿Ganó un punto el Bremen o perdió dos el Stuttgart? Posiblemente hubo algo de las dos cosas.
El 0-2 era un castigo demasiado duro para los locales al descanso. El orden y la confianza del Stuttgart le habían bastado para ganar con demasiada holgura en el Weserstadiom. Tenía que pasar algo. Y pasó. Hugo Almeida por Borowski y Rosenberg por Prödl. Tocaron a arrebato, perdonó Cacau, eligió mal los cambios Gross: Kuzmanovic por Cacau y Hilbert por Gebhart. Hizo ver a su equipo que tenían los tres puntos ganados y bajaron la guardia. Pecado grave. Olvidaron que se enfrentaban a un equipo que mejora cuando peor se le ponen las cosas. Es el Werder Bremen.
http://rafamonzonfutbol.blogspot.com/2010/02/el-werder-bremen-de-thomas-schaaf-rival.
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