viernes, 12 de marzo de 2010

Ida UEFA League: Viendo la jornada, me acordé de la Champions


Fabio Cannavaro lucha contra Bobby Zamora en la soledad de un estadio Olímpico vacío.

-Poco fútbol, mucha imprecisión, algo de pasión e interés desigual. Me gusta la UEFA League, pero no hay nada como la Champions. Me acordé del Arsenal, del planteamiento de Claude Puel y el partidazo de Lisandro López en el Bernabéu. De Rooney y Robben. De la desolación florentina tras un esfuerzo baldío. Del Chelsea-Inter que está por llegar.

-Ni la UEFA protege su segunda competición. Manda árbitros de escaso nivel: el escocés Craig Thomson en Atenas y el inglés Martin Atkinson en Mestalla están para no volver a pitar; cuida poco los detalles: campo de tierra sin césped en Kazan y; centra todos sus esfuerzos en la Champions.

-Sólo Hamburgo, Juventus y Standard cierran las cosas en la ida.

-Entre el gol de Zebina y el de Misimovic, me quedo con el del bosnio en Kazan.

-Panathinaikos 1- Standard de Lieja 3: Jovanovic era un fichaje bien tirado, el Valencia lo vio primero, pero lo disfrutará Anfield. Un gol al contragolpe, una asistencia de gol al contragolpe y sensación de ser un futbolista ganador que se deja el alma en cada balón. Parecía a la medida de la filosofía del equipo de Mestalla. Pegó mucho y sin sentido el Panathinaikos enardecido por la atmósfera que crean sus seguidores, pero los aficionados nunca acaban ganando los partidos. Si el Arsenal fichara a M´Bokani, lo convertiría en el nuevo Adebayor.

-Juventus 3- Fulham 1: La Juventus aburre tanto que ya no la aguantan ni sus propios hinchas. Anoche volvieron dejar vacío el Olímpico. Maraña táctica de Zaccheroni (4-3-2-1) y un solo delantero, Trezeguet, para jugar contra un equipo inglés de medio pelo. Ganó 3-1 en medio del tedio. Zebina marcó el gol de su vida, todo un contrasentido. Al Fulham de Roy Hogdson se le paró el reloj hace cinco décadas. Mandar balones largos a Bobby Zamora es su única propuesta. Así jugaban a pricipios de los sesenta enviando balones a John Haynes.

-Rubin Kazan 1- Wolsfburgo 1: El Wolfsburgo salió vivo del pantano helado de Kazan. Campo de arena sin césped a 12 grados bajo cero. El Rubin está en pretemporada y se nota. No tiene al 'Chori' Domínguez y lo echa de menos, porque era su jugador diferente. Le falta tono físico para un partido intenso. El bosnio Misimovic es un jugador magnífico, un '10' puro. Con un punto más de regularidad jugaría en uno de los grandes. Cuando apareció, el partido se decantó del lado alemán. Dzeko está visto, el problema es lo que pide el equipo de la Wolswaghen para dejarlo marchar. Es tan bueno, que puede jugar solo en punta sin pedir auxilio.

-Hamburgo 3- Anderlecht 1: El Hamburgo es el anfitrión de la final y se nota. Tiene un plus de motivación. Donde acaba su fútbol, se inicia la intención de llevarse al rival por delante sin escatimar esfuerzo físico. El golazo de Legaer de falta les ayudará para pasar, ya que no les permite relajarse en partido de vuelta en el Parque de Astrid. Ruud van Nistelrooy no está en su mejor nivel físico, pero no ha perdido en sentido ni el olfato. Ze Roberto es uno de los pocos organizadores que hay en Alemania. Al Anderlecht le faltó el carácter que ha tenido en otras noches europeas. Puede que decepcionara Romelu Lukaku, pero, en ocasiones, se olvida que todavía tiene 16 años y le quedan decenas de partidos de nivel que disputar.

-Atlético 0- Sporting 0: Sin goles ni fútbol en el Calderón. Es de esos días en el que el Atlético podía haber jugado 180 minutos más, pero no hubiese marcado ni un gol. Mejor el Atlético cuando jugaron once contra once. La expulsión del lateral izquierdo argentino Grimi en la primera parte, lejos de abrir partido, estranguló a los de Quique. Se les apagó la luz y quedaron a merced de que decidiera un acierto de Agüero, pero no llegó. Eliminatoria abierta. El Sporting apretará en Lisboa, llevará la iniciativa, aunque también permitirá que los rojiblancos encuentren los espacios que anoche no vieron.

-Benfica 1- O. Marsella 1: El Marsella le recordó al Benfica que una cosa es la Superliga lusa y otra las competiciones europeas. Un rato de buen juego encarnado en la primera mitad, un arreón en la segunda y el regalo del portero Mandanda en el gol de Maxi Pereira. Poca cosa. Aimar apareciendo poco y Cardozo desquiciado de cara a gol. Confirmación: David Luiz y Di María están para uno de los cinco grandes. Como en el fútbol, en ocasiones, hay justicia, Ben Arfa, que más que rematar puso la cabeza por instinto, llevó el partido a las tablas. La vuelta en el Velodrome promete emociones fuertes. El Marsella pega y lleva los partidos a su terreno en casa. Partido para no perderse.

-Lille 1- Liverpool 0: Si Pierre Aubameyang acierta en el balón que mandó al palo en el descuento, a estas horas hay una nueva crisis en Anfield entre Rafa Benítez y los americanos. Hazzard, magnífico siempre, coloca al Lille en situación de decidir que quiere hacer con su suerte en la vuelta. Conociendo a Rudi García, su técnico, Rafa Benítez puede tener un problema en la vuelta. Porque ni se cerrarán atrás ni renunciarán a marcar en Liverpool. Es cierto que el portero Landreau salvó al Lille, pero sigo viendo a demasiados jugadores desconectados en el Liverpool. Que decida Anfield.

-Valencia 1- Werder Bremen 1: No cambio nada de lo escrito en la previa. Dos equipos tan parecidos, Valencia y Werder Bremen, sólo podían acabar empatando. Salieron mejor los alemanes y César fue la figura. Acabó mejor el Valencia y Wiese mantuvo vivo a su equipo. Hasta mereció ganar jugando con diez. Arrojo, brío, corazón y entrega. Lo que se le pide a un equipo comprometido. Si los porteros fueron los mejores, es porque hubieron llegadas, remates y muchas ocasiones en el partido. Martin Atkinson se invitó a la cita para mostrar que aquello de que el arbitraje inglés es el mejor del continente es una milonga. Los hay muy buenos como Howard Webb y tan malos como Atkinson. Por muchas razones, al Valencia le espera una guerra caliente en la vuelta.

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